Al Rey emérito Borbón no le gusta su tratamiento. El emérito había prolongado su estancia privada en España antes de regresar a Abu Dabi, donde reside como huésped del jeque Mohamed bin Zayed desde que, en agosto de 2020 se fugó. A la capital de Emiratos Árabes Unidos huyó mientras la Fiscalía investigaba su fortuna en el extranjero. Pero el emérito (reconocido por sus méritos) no se siente a gusto en España. No le tratan como él cree que deberíamos.
Antes de aterrizar en Galicia, el emérito hizo una escala en Londres, donde asistió al partido de fútbol entre el Real Madrid y el Chelsea en el estadio Stamford Bridge. Además, el antes de venir a Sanxenxo, el emérito, como buen Borbón, había sido fotografiado por la prensa británica abandonando el selecto Club Oswald en Londres, uno de los más exclusivos de la ciudad.
Posteriormente, tomó su avión y puso rumbo a Emiratos. Una visita que ha transcurrido con el blanqueo típico de España ante sus líderes por muchas corruptelas que se tercien. Una normalidad que allana el camino de próximas visitas al emérito. En cualquier caso La denominación de emérito le molesta profundamente, según indican desde El Debate. Al fin y al cabo su único mérito era haber sido elegido a dedo por el dictador Franco para seguir con los dictados de su «Movimiento».
Don Juan Carlos tiene vitaliciamente el uso con carácter honorífico del título de Rey con tratamiento de Majestad, según se dispone en el BOE. En la primera acepción de la RAE se puede leer: «Dicho de una persona, especialmente de un profesor: Que se ha jubilado y mantiene sus honores y alguna de sus funciones»… y como Majestad le gustaria que le tratásemos, en vez de emérito…
