Si alguien creía que el cara a cara entre los candidatos del PSOE y del PP a la Presidencia del Gobierno en Atresmedia entre, Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, iba a inclinar el voto indeciso hacia un lado u otro, estaba equivocado. Ha sido un debate de cuñaos o hermanos mal avenidos. El nivel político de España, es el que es.
Si los indecisos han aguantado la primera parte del debate, plagado de interrupciones mutuas cual discusión de cuñados poligoneros. Y sobre todo si esperaban escuchar claramente, porque ha sido difícil escucharles, las propuestas de sus respectivos partidos para este 23J, habrán sido testigos que después de uno el otro iba a peor.
Sí se han oído nítidamente dos frases: eso no es verdad o eso es mentira. Tras ocho años sin estos cara a cara electorales, el de este lunes pasará quizá a la historia por ser el más bronco de la democracia, en un enfrentamiento en el que constantemente los dos candidatos se han quitado la palabra en un “y tu más”.
1 hora y 40 minutos en el que, como se esperaba, Catalunya y el independentismo han estado sobrevolando la mesa del debate. Como siempre los partidos indepes como ERC, el Procés y los exiliados como Puigdemont, también el de Euskalerria con Bildu en mente, han tenido su protagonismo, en negativo, por supuesto, que es lo que vende.