Marga Prohens será, si no pasa nada raro, la nueva presidenta de Ses Illes Balears (Las Islas Baleares). En su discurso de investidura de ayer en el Parlamento de las Islas, la candidata del PP defendía el pacto con Vox que lo hará posible, según el cual la extrema derecha no entrará en el gobierno, pero sí en los consejos insulares de Mallorca y Menorca.
«Defenderé personalmente este acuerdo y me implicaré en la aplicación de las medidas que incluye, porque representan el cambio que necesitan las Islas Baleares», ha afirmado Prohens, tras decir: «Es obvio que hay cuestiones sobre las que no pensamos igual».
La candidata del PP repasó algunas de estas medidas, como eliminar el requisito lingüístico del catalán a los profesionales de la sanidad. Un requisito «disuasivo», ha dicho Prohens. Otro retorcido en cuanto a la defensa de la lengua catalana es que las familias podrán elegir la primera lengua de escolarización de los niños en la escuela, ante lo que Prohens considera un «adoctrinamiento ideológico».
En la carpeta de educación, también ha dicho que se suspenderá la aplicación de la Ley Orgánica de Educación, conocida como ley Celaá -aprobada en noviembre de 2020. Además, la futura presidenta balear ha dicho que su gobierno no va a desplegar la ley estatal de la vivienda, que entre otras cosas permite limitar el precio de los alquileres en zonas tensionadas.
Su discurso, como ocurre en el acuerdo escrito con Vox, Prohens ha hecho una defensa explícita de la propiedad privada. Se ha comprometido a crear un plan contra el empleo para «excluir a los okupas del acceso de ayudas para la vivienda», sin mencionar, de entrada, ninguna excepción por razón de vulnerabilidad. «La propiedad privada se defiende, el empleo se persigue», concluyó.
