El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, va a tener que defenderse de las derechas más casposas por escuchar a los independentistas catalanes y con tres cuarto de los mismo, con EH Bildu. España no tiene partidos políticos democráticos libres. El tema del Procés, como si fuera «el lobo devorador de ovejas» sigue siendo el tema recurrente en cualquier debate.
Ayer se tenía que justificar que haya incumplido algunas de sus promesas como que no indultaría a ningún dirigente político, pero rechaza que entre sus incumplimientos esté haber gobernado con EH Bildu porque afirma que eso no ha ocurrido.
Sánchez hacía estas consideraciones en una entrevista en Onda Cero en la que ha sugerido que no facilitaría la investidura de Alberto Núñez Feijóo en caso de que el PP fuera la lista más votada y para evitar que Vox entrara en el Gobierno.
El jefe del Ejecutivo ha dado un notable a la gestión de su Gobierno, ha reconocido que puede haber cometido errores durante su mandato, entre ellos la ley del sólo sí es sí, pero ha asegurado que ha intentado siempre cumplir con su palabra y ha tratado de ser sincero.
El tema del Procés en Catalunya vuelve a ser el eje central de toda cuestión y de ahí vive la derecha, porque volverá a ser el tema en la campaña del 23J. Al recordarle decisiones contrarias a lo que había prometido, como pactar con EH Bildu o no indultar a políticos tras haber decidido esa medida de gracia para líderes independentistas catalanes.
Sánchez afirma ahora que ha tenido cambios de posición política en algunos asuntos de Estado como en el caso de Catalunya. Asegura que ésta fue una decisión difícil pero que adoptó para intentar resolver un problema y que ha tenido su traducción en una mejora de la convivencia. Buena jugada.
Respecto a su promesa de tipificar en el Código Penal la convocatoria de referendos ilícitos, ha señalado que de lo ocurrido en Catalunya hay que extraer lecciones y que el artículo 155 de la Constitución es suficiente para hacer frente a situaciones como la vivida en 2017.
