Catalunya presenta signos más altos de firmeza en el crecimiento económico que España. En concreto, la economía catalana aceleró su ritmo de crecimiento con un 1,2% intertrimestral entre enero y marzo, más del doble que el 0,5% de la española, y un 3% en comparación con ahora hace un año, según los datos del avance del PIB trimestral del Idescat, la agencia estadística de la Generalitat, y ya se advertía justo al empezar el año que así ocurriría por diferentes medios especializados y entidades financieras.
A pesar de las buenas cifras de la economía estatal en el comienzo de este 2023, España todavía no ha recuperado el nivel de actividad económica de antes de la pandemia, un sorpasso que el PIB catalán ya experimentó en el tercer trimestre de 2022; es decir, dejó atrás el fuerte impacto de la Covid sobre la economía. La mayoría de países europeos alcanzaron los niveles prepandemia durante 2021 y 2022.
Sin embargo a economía catalana lo que todavía no ha hecho es llegar al máximo histórico que alcanzó en el segundo trimestre de 2019. De hecho, si elaboramos un índice en el que 100 es equivalente al valor total de la actividad económica registrada entre abril y junio del año previo a la pandemia, en este primer trimestre de 2023 la economía catalana se ha situado cuatro décimas por debajo del máximo histórico: ha llegado al 99,6 en esta escala, la vez que más se ha acercado a ella en los últimos años.
Para Cambra de Comerç (Camara de Comercio) de Barcelona, la economía catalana equilibrará su crecimiento en 2023 hasta el 1,8% o algo más y, un 2,0% en 2024, pero la resiliencia del consumo privado y el empleo, así como las buenas perspectivas de cara a la temporada turística permiten anticipar un aterrizaje suave de la actividad. Ésta es una de las principales conclusiones del Informe de coyuntura catalana del primer trimestre de este año, que ha publicado la citada Cambra.
