Debido a la invasión de Ucrania el año pasado, la Unión Europea vetó el petróleo ruso y sus derivados. Pero la realidad en todo esto no es así, como suele pasar con las guerras o conflictos, una cosa es la ‘propaganda’ que se quiera trasmitir y otra muy distinta los intereses individuales de cada estado. Europa sigue consumiendo productos petroleros procedente de aquel país, aunque lo haga directamente.
Concretamente, España compra diésel a Marruecos que proviene de Rusia. Así, durante la presentación de los resultados de Repsol, el presidente de la compañía, Josu Jon Imaz, denunció la compra de gasóleo ruso por parte de España, a pesar de las sanciones de la UE a Rusia que entraron en vigor el 5 de febrero, tal y como recoge el diario ABC, en su edición de hoy.
“A pesar de las sanciones, el diésel de Rusia sigue estando en el mercado europeo. Y sigue estando en el mercado español. Por supuesto, hay diferentes destinos, Turquía, el norte de África, etc., pero este diésel está llegando a la UE. Espero que las autoridades europeas sean muy firmes en cuanto a mantener las sanciones actuales para los productos rusos”, lamentó Imaz, por el sarcasmo del mensaje de la UE.
Así y sin complejos, ‘donde dije digo, digo Diego’, donde el mundo es una partida de ajedrez que no podría entenderse sin el ‘cinismo’ de la geopolítica. La Unión Europea había dejado de comprar petróleo directamente a Rusia, pero eso no significa que no siga llegando ese crudo al viejo continente.
Si Europa deja de comprar petróleo ruso, Rusia se busca nuevos compradores, como India y China, a los que vende su producto a un precio más ventajoso. Luego, ese crudo es refinado en esos países y enviados en buques a Europa, a través de otros países. Y aquí es donde interviene Marruecos que para esquivar el embargo de la UE realiza el trasvase de crudo junto a Ceuta en buques que fondean en Gibraltar. Solo les falta Catalunya.
Según otras fuentes del sector a finales del año pasado Marruecos empezó a importar entre 50.000 y 100.000 barriles de combustible diarios procedentes de Rusia, equivalente a más de siete millones de litros de combustible al día. ¿Quién dice que las guerras no son un negocio para algunos?