Un nuevo tipo de medicamento está generando entusiasmo entre los ricos y guapos. Solo una inyección a la semana, esto hace disminuir con efectividad el apetito y así el peso disminuye. Elon Musk lo jura; los influencers cantan sus alabanzas en TikTok; De repente, las estrellas de Hollywood más delgadas niegan haberlo tomado. Habrá que esperar para ver si todo es tan ‘optimista’.
En cualquier caso estos últimos medicamentos para bajar de peso no son simples mejoras cosméticas. Sus mayores beneficiarios no serán las celebridades de Los Ángeles o Miami, sino miles de millones de personas comunes en todo el mundo cuyo peso les tiene enfermos, pues la obesidad es nociva. Aunque es obligada la prudencia, pues en algunas personas está contraindicado.
Los tratamientos para la pérdida de peso han variado durante mucho tiempo desde los bien intencionados e ineficaces hasta los francamente dudosos. Todos hemos odio hablar de ellos y muchos los que han sucumbido a probar algún remedio ‘no apto’. Sin embargo la nueva clase de medicamentos, llamados agonistas del receptor glp-1, parecen funcionar.
La Semaglutida, desarrollada por Novo Nordisk, una empresa farmacéutica danesa, ha demostrado en ensayos clínicos que conduce a una pérdida de peso de alrededor del 15%. Ya se vende bajo la marca Wegovy en Estados Unidos, Dinamarca y Noruega y pronto estará disponible en otros países.
El Ozempic, una versión de dosis más baja, es un medicamento para la diabetes que también se usa «fuera de lo indicado» al ser utilizado para bajar de peso. Un fármaco rival glp-1, fabricado por Eli Lilly, una empresa estadounidense, y saldrá a la venta a finales de este año siendo aún más efectivo.
Los analistas creen que el mercado de medicamentos glp-1 podría alcanzar los 150 mil millones de dólares para el 2031, no muy lejos del mercado actual de medicamentos contra el cáncer. Algunos piensan que podrían volverse tan comunes como los bloqueadores beta o las estatinas. La ciudadanía debe tomárselo con calma…
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