Si se le preguntara al estadounidense promedio dónde ha estado Estados Unidos en guerra en las últimas dos décadas, probablemente obtendría esta breve lista, por ser la ‘oficial’: Afganistán, Irak y quizás Libia. Pero esta lista falta a la verdad, especialmente a la opinión pública estadounidense, pues al menos han sido y son, 17 países en los que Estados Unidos ha participado en conflictos armados a través de fuerzas terrestres, fuerzas de representación o ataques aéreos en estos años.
Para los miembros del público, se desconoce el alcance total de las guerras estadounidenses. Los periodistas de investigación y los defensores de los derechos humanos han improvisado una imagen aproximada de dónde ha usado la fuerza el ejército, pero se basan en fuentes cuya información suele ser incompleta, tardía o especulativa.
La comprensión que tiene el Congreso estadounidense de sus guerras a menudo no es mejor que el registro público. El Departamento de Defensa proporciona divulgaciones y actualizaciones ordenadas por el Congreso solo a una pequeña cantidad de oficinas legislativas. A veces, no cumple por completo con los requisitos de presentación de informes, lo que deja a los miembros del Congreso desinformados sobre cuándo, dónde y contra quién usan las fuerzas armadas.
Después de que las fuerzas estadounidenses sufrieran bajas en Níger en 2017, por ejemplo, los legisladores americanos quedaron desconcertados por la presencia misma de las fuerzas estadounidenses en el país. No tenían ni idea. Sin acceso a dicha información básica, el Congreso no puede realizar la supervisión necesaria.
No son solo el público y el Congreso los que están fuera del circuito. Las contrapartes diplomáticas del Departamento de Defensa en el Departamento de Estado también luchan por comprender y comprender el alcance de las hostilidades estadounidenses. Donde falla la supervisión del Congreso, también falla la supervisión dentro del poder ejecutivo.
Ahora en la guerra de Ucrania contra Rusia pasa algo parecido. Pero en este caso no está aportando soldados, sino dinero y armamento, entre otras cosas. Estados Unidos destinará más ayuda militar a Ucrania, según los Angeles Times, esta vez por 400 millones de dólares, y establecerá en Alemania un cuartel general de asistencia a la seguridad que supervisará todas las transferencias de armas y el entrenamiento militar para Ucrania, anunció el Pentágono.
Así, con los 400 millones de dólares de ayuda se incluyen fondos para más defensas aéreas que ayuden a Ucrania a protegerse mejor de la escalada de ataques de misiles y drones rusos que han dañado gravemente su infraestructura eléctrica y de agua.
“Reconocemos la gran necesidad de defensa aérea en este momento crítico en el que Rusia y las fuerzas rusas están lanzando misiles y drones iraníes contra la infraestructura civil de este país”, declaró el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, en una rueda de prensa celebrada el viernes en Kiev tras una reunión con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy.
Realmente se desconoce el alcance de la ayuda de EEUU a Ucrania, no solo en armas y en logistica. Los satélites privados, los teléfonos encriptados, la tecnología de vanguardia en los combates, etc., etc. habrá que esperar a que acabe la guerra para conocer el alcance de todo ello. Los EEUU están en todos los fregaos, aunque no los llamen…
