La reforma del Código Penal derogará el delito de sedición, que tiene una pena máxima de 15 años de cárcel, modificando el de desórdenes públicos, con un máximo de 5 años de cárcel, uno menos que ahora. Pero todo parece envuelto en ‘letra pequeña’ turbia y malintencionada. Veremos por donde fluye el agua según avance la reforma…
Es uno de los principales cambios que contempla la proposición de ley que han presentado este viernes el PSOE y Podemos en el Congreso de los Diputados, con el objetivo de que se apruebe «lo antes posible», según ha afirmado el portavoz socialista, Patxi López. Jaume Asens, portavoz de los comunes, ha añadido que «si las negociaciones van bien», el debate podría hacerse antes de que acabe el año.
El texto, señala que «serán castigados con la pena de prisión de seis meses a tres años los que, actuando en grupo y por atentar contra la paz pública, ejecuten actos de violencia o intimidación sobre las personas o las cosas, u obstaculizando las vías públicas ocasionando un peligro para la vida o salud de las personas, o invadiendo instalaciones o edificios”.
Añade: «Los hechos descritos en el apartado anterior serán castigados con la pena de prisión de tres a cinco años e inhabilitación especial para empleo o cargo público por el mismo tiempo cuando se cometan por una multitud cuyo número, organización y propósito sean idóneos para afectar gravemente al orden público». En el caso de autoridades, contempla la inhabilitación absoluta de entre seis a ocho años.
Se puede consultar la proposición de ley entera aquí:
‘Paripé’ del Gobierno español
Pero todo parece un paripé, cuando el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, ha afirmado que la reforma de sedición puede facilitar la extradición de los exiliados y, en particular, la del presidente exiliado Carles Puigdemont. «No volverá a haber santuarios para los atentados contra el orden público», ha afirmado este viernes en rueda de prensa en el Congreso.
De hecho, López ha argumentado que de este modo se allana la colaboración judicial con otros países europeos, hasta ahora complicada por el hecho de que «se requería un delito homologable que no existía». «Esto no volverá a pasar con esta reforma», ha avisado, remarcando que si Puigdemont vuelve, «será juzgado».
Carles Puigdemont ha sido el más reflexivo y directo sobre el tema en varios tuits:
«A medida que voy leyendo, la letra pequeña se va haciendo cada vez mayor. Una vez pase la hiperventilación y se pueda hablar con serenidad más allá de la propaganda, nos daremos cuenta de las trampas que han pactado. Apúntate el concepto de “intimidación” y el de “actos preparatorios”…»
A mesura que vaig llegint, la lletra menuda es va fent cada cop més gran. Un cop passi la hiperventilació i es pugui parlar amb serenor més enllà de la propaganda, ens adonarem dels paranys que han pactat. Apunteu-vos el concepte d’“intimidació” i el d’“actes preparatoris”…
— krls.eth / Carles Puigdemont (@KRLS) November 11, 2022