El Supremo avala el relato de hechos probados que recoge que los dos condenados Rosa Peral y Albert López, idearon un plan para matar a la víctima, Pedro Rodríguez, que vivía con Peral. Confirma que el 2 de mayo de 2017, de madrugada, ambos le mataron de forma violenta en su casa en Vilanova y la Geltrú. Después utilizaron el teléfono móvil de la víctima para fingir que continuaba viviendo y llevaron el aparato cerca del domicilio del ex marido de Peral, Rubén Carbó, con quien ella mantenía una relación muy conflictiva, para involucrarlo en el crimen. Los dos agentes de la Guardia Urbana introdujeron el cuerpo en el maletero del coche de la víctima y lo quemaron en el pantano de Foix.
La sala constata que determinar las circunstancias exactas en que se produjo la muerte es difícil por las «versiones contradictorias de los dos acusados, que se atribuyen recíprocamente la ejecución material», y también por el estado en que se encontró el cadáver , prácticamente calcinado. En todo caso, concluye que hay extremos que no admiten objeción, como que la muerte se produjo en el interior del domicilio de Peral y no como consecuencia del fuego.
El tribunal avala la aplicación de la alevosía doméstica con la agravante de parentesco en el caso de Peral, que en su recurso sostenía que eran incompatibles. Destaca que la relación entre la víctima y el agente era análoga a la matrimonial y que él tenía «desactivadas las alertas respecto a un eventual ataque contra su vida, más aún cuando en el piso de arriba dormían dos menores». Añade que los dos condenados aprovecharon para actuar en un momento en que la vulnerabilidad de la víctima era mayor, ya que esperaron que estuviera dormido o descansando.
Así la sala penal del Tribunal Supremo ha confirmado las condenas de 25 años y 20 años de prisión impuestas a Rosa Peral y Albert López. Además, el tribunal subraya que las dos personas condenadas están habituadas a afrontar situaciones de confrontación física por su trabajo.
