Las protestas de las familias de los usuarios de la residencias de mayores en Cataluña han dado frutos: la Conselleria de Salut y la de Drets Socials de la Generalitat han autorizado las visitas de familiares y seres queridos en las residencias de mayores, permitiendo en ellas que haya contacto físico. Algo que venían reclamando durante los últimos meses los familiares de los mayores, que sufrían al no poder tener un contacto más estrecho con sus seres queridos, un hecho que estaba generando también sufrimiento a los usuarios de estos centros, y en algunos casos, mermando su salud.
Las residencias con categoría verde, donde los pacientes no están expuestos al virus del COVID-19, recuperan de esta manera las visitas, pidiendo cita previa, y se permitirán los abrazos.
En las residencias con categoría amarilla, se habilita una zona específica para los encuentros.
La recomendación de la Generalitat es que las visitas no superen las tres personas para poder llevar un control de esta nueva fase. Además se mantendrán los registros diarios de las personas que acudan a los centros, para el caso de que se dé algún tipo de contagio, poder rastrearlo con facilidad.
Cribados de antígenos y PCR
Serán los profesionales externos y los colaboradores esporádicos quienes tengan que someterse a estas pruebas, test de antígenos, para poder acceder a los centros, independientemente de si están o no vacunados.
Los trabajadores que ya están vacunados deberán también someterse a cribados cada quince días, mientras que los no vacunados deberán hacerse tres a a la semana.
Los usuarios de las residencias también comenzarán a salir de los centros, pudiendo visitar a sus familiares e incluso pasar estancias en la casa de sus familias. Tendrán que hacerse en estos casos una PCR antes de regresar al centro para así poder certificar que no hay ningún riesgo para los demás usuarios.