Más de lo mismo con el Gobierno de turno de España. Lo advertíamos desde Las Repúblicas. Los técnicos comunitarios del equipo de la presidenta Ursula Von der Leyen, están mirando con lupa al Gobierno de Pedro Sánchez, antes de entregar los primeros tramos de los fondos de ayuda por el Covid que tanto necesitan las CCAA. También azuzada por las derechas y ultraderechas, como no.
Lo que más preocupa, de momento, es la “elevada discrecionalidad” con la que Sánchez ha diseñado su plan de acción. El caso de los 53 millones de euros entregados por la SEPI a la compañía Plus Ultra y los otros 120 millones pagados a Duro Felguera, ambas vinculadas con Venezuela, han aumentado el malestar de Bruselas.
El Ejecutivo comunitario, está con la la mosca detrás de la oreja porque Moncloa redactó un polémico decreto que obtuvo el apoyo del Congreso gracias a la abstención de Vox, y en el que se describía el método de ejecución de los fondos europeos en un marco de gestión muy centralizado por Sánchez y sin controles externos.
Se trata de «una anomalía en Europa», explican desde la Comisión, donde ya han activado los mecanismos internos de vigilancia y control, tras la alarma recibida por parte de los partidos políticos en Bruselas y hasta por intermediarios de la patronal. Una turbia y silenciada maniobra más del Estado español, que ya van ‘calando’ en Europa.