«Menos ejército y más médicos» es lo que se escucha en las distintas manifestaciones que están produciéndose en la Comunidad de Madrid desde que se ha conocido que su presidenta, Díaz Ayuso, ha pedido ayuda al Gobierno de Pedro Sánchez. Una ayuda que consiste en reforzar la presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para controlar el cumplimiento de las medidas impuestas en las áreas específicas ante los nuevos brotes de COVID-19.
El Gobierno de Díaz Ayuso solicitó esta ayuda al Gobierno central de Sánchez, quien habría dado luz verde el miércoles de esta semana. Sin embargo, Díaz Ayuso habría pedido -según información publicada por el Comercio- que no se hicieran los despliegues hasta el próximo lunes. Será entonces cuando se inicie la aplicación de la fase 2 de los confinamientos y se conozcan el total de zonas que serán aisladas en Madrid.
Los policías nacionales y guardias civiles serán destinados a ayudar a la policía local en los controles de cumplimiento de las normas excepcionales. Hasta ahora, según han reconocido los propios responsables de la policía local, no contaban con personal suficiente para poder cubrir todas las necesidades.
El ejército se destinará a trabajos de higienización en espacios públicos, así cómo colaboración para la elaboración de más de un millón de test que está previsto realizar a 850.000 vecinos.
Según la ministra de Defensa, Margarita Robles, está previsto movilizar en Madrid hasta 7.500 efectivos. Una cifra a la que habría que sumar los 130 rastreadores militares que ya se han incorporado para ayudar en el seguimiento de los contactos. Los próximos días podrían ser 500 efectivos los que se sumen a este grupo de rastreo.
La situación en Madrid se prevé muy dura, según ha advertido ya el ministro de Sanidad a Díaz Ayuso.
