Cayetana Álvarez de Toledo, ex portavoz del PP en el Congreso y cabeza de lista del PPC, ha sido una de las caras más desagradables y despreciables del unionismo contra los catalanes. Gozaba de protección del partido de Casado y, por tanto, se sentía impune para decirlas de la altura de un campanario.
Ahora, sin embargo, la han abandonado desde Génova y se ha visto perdida y desamparada. Tanto es así que la marquesa española de origen argentino ha denunciado este miércoles que la dirección del grupo parlamentario del PP le hace ‘mobbing‘, es decir, acoso laboral: no le permite formar parte de la mitad de los diputados del grupo que pueden asistir presencialmente el pleno del Congreso.
Lo ha hecho a través del canal de Youtube que ha abierto para expresarse, que ha bautizado como ‘Catilinarias I‘. Los acuerdos entre las formaciones con motivo del coronavirus establecen que sólo la mitad de los diputados de cada formación puede estar presente en la cámara.
Según afirmó, el partido le ha comunicado que sólo pueden asistir al Congreso «los 44 diputados más importantes» del grupo, de los que no forma parte. A Pablo Casado le crecen los enanos del circo, Cayetana fue una apuesta suya, aconsejada por Aznar, y otra que está en el ojo de mira para salir es, Isabel Díaz Ayuso, otra nombrada por el presidente del PP.
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