Ha explicado que los convocantes aseguraron previamente que mantendrían las medidas legales establecidas en cuanto a seguridad y salud pública, algo que no se produjo en el momento de celebrarse la concentración.
Todos pudimos ver que, efectivamente, los centenares de personas que ayer por la tarde se dieron cita en la plaza de Colón de Madrid, no respetaron las medidas obligatorias de seguridad ante la pandemia de COVID-19: muchos no llevaban mascarillas, no se respetaba la distancia mínima entre ellos, se abrazaron y se besaron ante las cámaras que captaron los momentos, así como ante agentes de la policía.
Fueron 30 las sanciones que se pusieron en la concentración por incumplimiento de la normativa. Sin embargo, se ha criticado duramente que la Delegación de Gobierno no tomase medidas de manera inmediata, al poder comprobarse lo que estaba sucediendo, algo que, además, era previsible, a juzgar por los mensajes que se lanzaban por parte de los organizadores y los participantes al convocar la concentración.
Durante la misma se pudo ver cómo se gritaban «cánticos» como «un bote, dos botes aquí no hay rebrote», eslóganes negacionistas que tenían como objetivo denunciar las medidas que se están tomando desde el Gobierno, al considerar que atentan contra la libertad de las personas.
Una concentración muy polémica, precisamente porque, si bien el derecho a la libertad de expresión y de manifestación permite absolutamente que esta manifestación se produzca, lo que no está permitido es llevar a cabo en ella cualquier tipo de conducta que contravenga la legislación en materia de salud pública. Algo que se produjo y por lo que el Delegado de Gobierno ha anunciado ya que se tomarán medidas contundentes.