De mal en peor. El Ministerio del Interior va a destinar a Catalunya casi una cuarta parte de los 3.176 policías nacionales recién salidos de la academia, según indica elpaís. La relación de destinos, a la que ha tenido acceso ese diario recoge que de los 716 que deben incorporarse en las próximas semanas a las comisarías y puestos fronterizos de esta comunidad 496 se sitúan entre las 500 peores calificaciones.
Por el contrario, entre el medio millar de alumnos con mejores notas -y que, por tanto, tenían preferencia para elegir destino- solo ocho han pedido ir a Catalunya. La situación no es nueva. En años anteriores, Interior ya ha tenido que enviar a buena parte de los agentes recién salidos de la academia con peor nota a Catalunya. Los sindicatos policiales denuncian que Catalunya se ha convertido en un destino de paso en el que los agentes están los dos años obligatorios e, inmediatamente, piden el traslado.
Sin embargo, el problema se ha ido agravando porque los concursos que se convocan anualmente para cubrir cientos de vacantes en toda España con agentes veteranos provocan sistemáticamente una disminución de policías en esta comunidad al ser muy superior el número de los destinados en ella que piden ir a otras regiones que al revés. En el último, del pasado mayo, quedaron vacantes 613 plazas de las ofertadas para Catalunya.
Este es un destino que se evita por el clima social provocado por el Procés y la carestía de la vida. Catalunya es cara para vivir y los sueldos son los mismos. A este factor se suma la crispación provocada por el Procés, que tuvo sus momentos culminantes en la violencia por el democrático referéndum del 1 de octubre de 2017 y en los graves altercados tras conocerse la sentencia contra los líderes soberanistas presos políticos en 2019.
