Los catalanes son los primeros que conocieron la histeria de los dirigentes de Ciudadanos, un partido nacido para vivir de la homofobia contra la lengua catalana y los mismos catalanes. Un intento de “Usterizar” Catalunya como ya digo en su momento uno de sus ideólogos y actualmente eurodiputado, un furibundo político que lleva el odio en su cuerpo, es el autor de la famosa frase: “Os vamos a montar un Ulster que os vais a cagar”.
Ayer en Madrid con motivo de la celebración del día del Orgullo LGTBI vimos su espectáculo de provocación de una líder catalana que abandonado los catalanes que la votaron y que ayer hizo lo mismo que ya hizo en Catalunya i EusKal Herria, un puro acto de provocación que tuvo su merecido con la expulsión popular de la rúa del Orgullo.
Eso sí, Arrimadas dio la cara mientras el hoy caído en desgracia Albert Rivera se escondía asustado en su mansión de lujo gracias a los mismos del IBEX que lo adularon y que hoy intenten apartarlo de la política, porque ya no lo necesitan.
Rivera y Arrimadas se fueron de Catalunya por voluntad propia, por ambición y más pronto que tarde volverán a la tierra que los acogió porque serán masivamente expulsados de una sociedad que no quiere provocadores populistas en la política. Han utilizado el odio a los catalanes para intentar ganar en la política española, pero la democracia les expulsará