«He ido a hablar con el rey del ‘A por ellos’ por los presos políticos», así de contundente ha comenzado la rueda de prensa de este jueves por la mañana donde portavoz en el Congreso y diputada de JxCat, Laura Borràs, ha expuesto la reunión que ha tenido con el monarca español. La número dos JxCAT reprochó este jueves al rey Felipe VI su discurso «de parte» del 3 de octubre de 2017, así como la existencia de presos políticos en el Estado, y le ha entregado una carta personal de la cabeza de lista de su formación en las elecciones del 28-a, Jordi Sánchez, además del informe del grupo de expertos de la ONU sobre detenciones arbitrarias.
Lo ha hecho durante la entrevista que ambos mantuvieron en La Zarzuela en el marco de la ronda de contactos del monarca de cara a la investidura. Borràs le ha recordado que su formación sólo apoyará un candidato que tenga «algún tipo de voluntad de mostrar su talante respecto a lo que consideramos un problema político», y ha recordado que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, no se ha puesto en contacto con su formación para obtener su voto.
«No ha sido una visita de cortesía», explicó Borràs en rueda de prensa en el Congreso tras la reunión de 45 minutos con el monarca español. Según ha apuntado la portavoz de JxCAT reprochó al Rey del «a por ellos» y la existencia de «presos políticos» además de la negativa del Supremo a permitir que fuera Jordi Sánchez quien fuera a La Zarzuela para «ahorrar al rey de España la incomodidad de ver un preso político». «Quizás pensaron que dejarlo salir de la cárcel para ir a La Zarzuela dañaría la imagen de la Corona, pero lo que daña la imagen de la democracia es la existencia de presos políticos», ha sentenciado.
Borràs ha afirmado que ha ido en el Palacio de La Zarzuela para ser «altavoz» de quienes «pretenden silenciar». Como indica larepublica.cat, durante la conversación, ha dicho, que ha expuesto «que le visitaba como votante del 1-O. «La he mirado a los ojos para decirle lo que posiblemente nunca había oído de labios de una mujer catalana, tal vez porque no quiso recibir la presidenta del Parlamento, Carme Forcadell».
En este sentido reprochó a Felipe VI que se manifestara «como un actor relevante después del 1-O» cuando habría podido tener un rol «más discreto». Su discurso del 3-O, ha dicho, se manifestó «como un actor de parte» e hizo que «muchas personas sintieran que el Rey estaba tomando parte en esta situación».
La portavoz de JxCAT también ha recordado al Rey español «el dolor de las familias de los presos políticos» y le ha preguntado si será «árbitro y moderador» o «el que descolgaba teléfonos como la Seat». En este sentido le ha dicho que «no se puede castigar una realidad ignorándola» y dando apoyo «al 155, la prisión, el exiili, las imputaciones masivas y los embargos».
En cuanto al sentido del voto de los diputados de JxCAT, le ha transmitido que su formación sólo invertirá quien «esté dispuesto a resolver un problema de naturaleza política». Por ahora, añadió, Sánchez no se ha puesto en contacto con ellos, a pesar de que sería «un gesto de mínima consideración» que tenga «algún tipo de voluntad de mostrar su talante respecto a lo que consideramos un problema político».
Carta de Sánchez
Borràs también ha entregado a Felipe VI una carta personal de Jordi Sánchez y las conclusiones del grupo de trabajo de detenciones arbitrarias de la ONU, y le ha recordado que «no se puede judicializar la política de manera permanente» y que los independentistas «no nos rendiremos, no vamos a renunciar al derecho de autodeterminación «y que» persistiremos «.
En cuanto a la posibilidad de que Jordi Sánchez, Josep Rull y Jordi Turull renuncien al escaño para hacer correr las listas, Borràs ha insistido en que su suspensión «es una vulneración más de sus derechos». «Si tenían derecho a concurrir a las elecciones deberían poder ejercer los derechos que la gente le da con su voto» y «alterar las mayorías por esta vía no nos parece democrático», ha dicho.
En este sentido ha afirmado que «pedirles que renuncien nos parece un ejercicio doloroso». «Ellos ya dijeron que no estaban dispuestos a renunciar al acta para que el hecho de presentarse a las elecciones no es un acto simbólico y no tenemos autoridad moral para pedirles que renuncien». Este, ha concluido, «es un acto personal que en todo caso deberían hacer ellos».
