sábado, 05 de octubre del 2024

Fusilemos al Puigdemont

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Pedro I. Altamirano
Pedro I. Altamirano
Editor de Las Republicas y fundador de la Asamblea Nacional Andaluza (ANA)
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Reunidos en un despacho o alguna taberna del pueblo de Coripe (Sevilla), ríen, se lo pasan bien todos los años decidiendo a quién llevan al paredón y les pegan unos cuantos tiros de forma literal, al muñeco que representa al reo ante las risas de todos, y en presencia de niños y niñas. Ya han tenido más que otra crítica e incluso denuncias, pero nada que como somos más listos que nadie, a lo nuestro, a fusilar gente.

Se les olvida, o no, que en Andalucía los fusilamientos, simulados, de broma o de chocolate, nos ponen los pelos de punta, al menos a los que nos sentimos demócratas. Se les olvida que, a no muchos kilómetros de ahí, los fascistas fusilaban al Padre de la Patria Andaluza, Blas Infante. También se les olvida que, a no demasiados kilómetros de ahí, con pocos días de diferencia, fusilaban a Federico García Lorca. Se les olvida, que las cunetas y tapias de cementerios de toda Andalucía están aún repletas de cuerpos de fusilados sin identificar. No. No es muy andaluz esto de ir fusilando gente, ni de broma.

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Al fusilar una efigie con rostro humano, de una persona real, se ataca a la convivencia, se deteriora la imagen de esa persona, cuando menos se intenta. Y se deteriora, se trastoca el sentido real de la fiesta, que era quemar al traidor Iscariote, quien ya no aparece en el acto, al ponerle el rostro de un ser vivo.

Pero bueno, hoy se queman fotos del Jefe de Estado, de políticos, se queman muñecos, banderas y todo tipo de fetiches en el uso de la libertad de expresión, con la que se puede estar de acuerdo, o no, pero simular fusilamiento, es algo ya bastante más grave y, desde luego, poco digno. Lo peor, lo que sí debe ser investigado, es la colaboración de la Policía Municipal del pueblo de Coripe, repartiendo cartuchos, sean de verdad o fogueo, entre la población civil en medio de la calle. Esto si que me parece muy grave.

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Lo peor es que el alcalde, del PSOE, se define como “muy rojo”. Me cuesta mucho creer que un alcalde de un pueblo de interior de Sevilla, que sea socialista, que se define como “muy rojo” se dedique a simular fusilamientos de nadie. O no es socialista y se la ha colado al PSOE o es que el PSOE no mira ya a quién tiene en sus filas, pero peor aún es, hasta ahora, el silencio de los socialistas, tanto a nivel provincial como andaluz o estatal. ¿Qué opina de esto Pedro Sánchez? Pues lo mismo que opina de todo. Nada.

Todo ello resultado de 40 años de gobiernos socialistas que solo han sabido crear una generación de andaluces alejados de los principios andaluces, que no son otros que la paz, tolerancia, generosidad y humanidad. 40 años de gestión socialista que no han sido capaces de sacar a Andalucía del paro y la pobreza, y que para colmo nos deja alcaldes como este personaje y en manos de la extrema derecha. Quienes siembran vientos, recogen tormentas.

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Esto no tiene nombre. Esto es un regreso a las cavernas, a la Andalucía de señoritos a caballo escopeta en mano, a la Andalucía más rancia. No, no tiene justificación alguna. Son una verdadera vergüenza para todos los andaluces y andaluzas. Andalucía está muy lejos de parecerse a Coripe y muy por encima de los modos de su impresentable alcalde.

Pedro I. Altamirano @altamiranoMLG

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