Feijóo no es ese tipo centrista que vende la propaganda de Monte Pío. Feijóo está con Casado, el dirigente conservador que insta a las mujeres a que se pregunten qué llevan «dentro» cuando están embarazadas. Sí, con Casado, el líder del PP que dice que los maltratadores son esas personas que «no se están portando bien» con las mujeres. Y Feijóo dirige en Galiza una fuerza política que en Andalucía acaba de pactar con Vox, el partido misógino por excelencia, y que proyecta hacerlo también en Madrid para gobernar el estado.
En todo eso piensa Ana Pontón cuando dice que el BNG defiende gobiernos feministas «contra la derechona en la que milita Feijóo».
La líder del BNG se pronunció en estos términos este martes, durante un acto simbólico realizado a las puertas del Parlamento gallego. Pontón posó ante los fotógrafos en compañía de las otras tres diputadas del BNG en el Pazo do Hórreo: Olalla Rodil, Noa Presas y Montse Prado. Las cuatro lo hicieron enfundadas en camisetas blancas en las que se podía leer la leyenda 8 de marzo. Eu vou á folga feminista.
«Las mujeres representamos el 66 por ciento del grupo parlamentario del BNG. Hoy hicimos un llamamiento a secundar la huelga feminista de este #8M y la manifestación en Lugo del 3 de marzo. Frente a la hipocresía del lazo lila en la solapa, feminismo los 365 días del año», escribió en su cuenta twitter Olalla Rodil.
Hipocresía del lazo lila? Sí, la que practicarían las fuerzas políticas que son feministas de ocasión o que reivindican formalmente los derechos de la mujer un día al año y luego no tienen el menor empacho en ir del ganchete de Santiago Abascal y compañía, denuncia Ana Pontón.
«Es tiempo de feminismo y mujeres. Hay que pararles los pies a esa derechona rancia y carca y a los gobiernos que no tomaron nota del malestar; ni ley de igualdad salarial, ni medidas de corresponsabilidad ni igualdad real», escribió en las redes sociales la portavoz nacional del BNG, que también lanza, subrepticiamente, recados críticos a la gestión del Gobierno Sánchez.
Tampoco Noa Presas dejó de asomarse al río caudaloso de Twitter para anotar que «ni un 8 de marzo sin sufrir en prensa y en directo a los hombres ‘excluídos’ y las lecciones sobre lo que tenemos que hacer». Se refiere la diputada a las críticas vertidas en ciertos ambientes, también de la izquierda, ante la decisión del feminismo gallego de convocar el 8M con el formato de huelga no mixta, esto es, una convocatoria exclusivamente dirigida a las mujeres, con un emplazamiento a los hombres para que vayan a trabajar, den viabilidad a la protesta y, en su caso, asuman los cuidados y las labores domésticas. «Sí que se nota que molesta que tengamos dos días de protagonismo [3 y 8 de marzo] después de siglos de historia», apunta con sorna Presas.
Por su parte, Montse Prado propone «seguir avanzando en la conquista de la igualdad» y no permitir «ni un paso atrás» sobre los logros alcanzados por el feminismo.
En Galiza la manifestación del 3M y la huelga del 8M las convocan una miríada de organizaciones feministas, buena parte de ellas con lazos con el soberanismo gallego. Todas convergen en una web Galegas8M.Gal que da cuenta, con sus ramificaciones en las redes, de la agenda de las movilizaciones. Entre los distintos colectivos, hasta un total de 50, destaca la Marcha Mundial das Mulleres, organización que baja mucho a pie de obra para ligar el feminismo con las luchas sociales anticapitalistas y que informa en la red de la dura realidad con la que tienen que lidiar las mujeres gallegas. “El 94 por ciento de las familias mono-parentales gallegas receptoras de la RISGA [Renta de Inserción Social de Galicia] son mujeres”, consignan.
