La presidenta de la Assemblea del Consell per la República (Asamblea de Representantes del Consejo por la República), Ona Curto (CUP), no cree que Carles Puigdemont tenga que renunciar a la presidencia de Junts para poder presidir el Consell.
En declaraciones a Catalunya Ràdio, Curto ha garantizado que la mesa del ente en el exilio no vetará este debate. Dos miembros de la Asamblea propusieron que el presidente del Consejo no tenga cargos orgánicos de partido, tal y como avanzó ‘El Món’.
Esto haría que Puigdemont tuviera que renunciar a la presidencia de Junts si quiere optar a continuar al frente del Consell per la República. La Asamblea del organismo investigará al nuevo presidente a partir de febrero, cuando se haya aprobado el reglamento que prepara la comisión legislativa.
Curto sí ha avisado de los riesgos de hacer un reglamento excluyente, en sus declaraciones a Catalunya Ràdio. La presidenta de la Asamblea del Consejo por la República también ha negado que la elección del nuevo presidente sea un proceso dirigido. De hecho, aseguró que será una votación abierta y con campaña electoral. Además, no ha escondido que Puigdemont sea un activo político importante.
Fuentes del Consell consultadas por la ACN aseguran que no ha habido ningún debate, de momento, en el seno del organismo sobre el papel de Puigdemont, y que el expresidente del Govern tampoco ha comentado nada en privado.
Desde el ente en el exilio apuntan que tanto podría ser que el líder de JxCat dejara la presidencia del partido como que la mantuviera. Remarcan que, en cualquier caso, esta decisión sólo dependerá del propio Puigdemont y que el Consell la respetará.
Por otro lado, desde Junts subrayan que tampoco se ha hablado de la hipótesis de que Puigdemont deje el cargo de la presidencia del partido. Sin embargo, desde la dirección admiten que, de confirmarse este escenario, se abriría una “nueva etapa” en el seno de Junts.
El nuevo presidente del Consell per la República será el encargado de designar al nuevo gobierno del ente. Además, según el acuerdo de legislatura entre ERC y Junts, el organismo en el exilio debe «reformarse» para garantizar su transversalidad. Tal y como avanzó el ACN, Esquerra prefería que los cambios se hicieran antes de las elecciones a la Asamblea, algo que no ha pasado.
