martes, 23 de abril del 2024

Pánico en Zarzuela por una amante del emérito: «El rey de España es el padre de mi hija»

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Josep Herrera
Josep Herrera
Periodista Journalist Press                                                                                                                                                                             diariolasrepublicas@gmail.com
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Se ha vuelto a desatar de nuevo el pánico, el sudor frio, las arritmias y las tensiones en la Casa Real española. Ya hablamos con anterioridad sobre los presuntos hijos bastardos del emérito, pero la polémica ha vuelto tras las declaraciones de la periodista Pilar Eyre contando los constantes affaires que el rey emérito Juan Carlos I ha tenido a lo largo de su vida, (se le atribuyen 5.000 amantes) y recordando uno de esos posibles hijos bastardos, en este caso hija, (Paola), con un amor de juventud.

“Tú crees que tiene tres hijos el Rey Juan Carlos, ¿no? Son Felipe, Cristina y Elena. Pues a lo mejor no solo son tres” recuerda Eyre… La familia real se ha vuelto a poner las manos en la cabeza después de leer esta semana una información impactante sobre el rey emérito Juan Carlos. El caso es que Pilar Eyre ha escrito una publicación en su blog semanal de ‘Lecturas’ que no deja en muy buen lugar al padre de Felipe VI.

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La veterana periodista ha vuelto a hablar de la promiscuidad de Juan Carlos I y sus desventuras con una amante del que fue rey de España durante 40 años. Hablamos de Olghina de Robilant, de la que hemos dado información esta semana y la tumultuosa y chantajista historia (como casi todas las de este rey) de ambos que cuenta Eyre comenzó el fin de año de 1956.

«Era la escandalosa condesa Olghina de Robilant, de 23 años, muy famosa por sus excesos, hasta el punto de que saldría en la película ‘La dolce vita’, de Fellini. Bailaron el chotis ‘Madrid, Madrid, Madrid’ mientras los labios de ‘Juanito’ le susurraban palabras de amor en la oreja», comienza el post.

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Olghina de Robilant y Juan Carlos de Borbón, cuando se conocieron.

«La condesa le preguntó si ya no salía con Maria Gabriela de Saboya, y él contestó con aire desenfadado: «sí, pero está en Suiza, y me gustas mucho». Se sentaron juntos, él no dejaba de echarle mano, ella se retocaba los labios con nerviosismo y él le dijo: «no te pintes la boca, porque te volveré a dar un beso…”. A continuación, le tomó la barra de ‘rouge’ y escribió en la servilleta: «te quiero”».

«Extraviados de pasión, salieron por la noche e hicieron el amor en el asiento trasero del Volkswagen de Juan Carlos. «Me besó con sus labios ardientes, secos y experimentados. Era bueno en el sexo, aunque tenía solo 18 años, y se comportaba como un hombre y no como un niño», explicaba Olghina en sus memorias, ‘Reina de corazones’».

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«Fue la primera vez de muchas. La relación duró cuatro años. ‘Juanito’ tenía otras novias, pero siempre volvía con Olghina, un volcán inolvidable que volvía locos a los hombres. Le acompañaba incluso a bodas familiares y, una vez, para incluirla en un viaje a Rapallo, ‘Juanito’ se envolvió con puñetazos con su padre, que quería que rompieran», revela la periodista.

Eyre explica que «la última vez que se acostaron fue en la pensión Passiello de Roma, unos días antes de que él se casara con Sofía. Y ‘Juanito’ le enseñó el anillo de promesa que le había hecho a partir de una abotonada de rubíes de su padre. Olghina le explicó que durante ese año que no se habían visto había tenido una hija, Paula», expone Pilar Eyre.

«El príncipe se volvió frío como una loncha de hielo y le dijo: «espero que no intentes endosármela». Luego le pidió dinero para pagar la habitación, que, según cuenta ella en estas memorias, le devolvió por medio del padre de Alessandro Lecquio. Se intercambiaron 47 cartas de amor en las que él se comportaba como lo que era, un cadete enamorado».

Todo cambió para Olghina, quien habló muy mal de él. «Esta noche, en la cama, he pensado que te estaba besando. Pero me he dado cuenta de que no eras tú, sino una almohada sucia que huele», dijo Olghina a Juan Carlos.

Pasados los años, Olghina quería dejar las cosas claras al rey de España, y «en el 88, Olghina vino a España para chantajear al rey con estas cartas. Jaime Peñafiel hizo de intermediario y logró que Sabino Fernández Campo pagara ocho millones de pesetas a la condesa. Pero había hecho copia de las misivas y las publicó en la revista ‘Oggi’», sigue diciendo la periodista en ‘Lecturas’.

«En estas páginas, publicadas en 1989, desveló que él es el padre de su hija Paola, y no lo llevó a los tribunales para no comprometer su futuro. En sus memorias, dos años después, lo negó, y dijo que Paola, que hoy es filóloga y profesora de universidad, era hija de un ‘italiano moreno’. ¿Le pagaron para desmentirlo?», se pregunta Eyre… nadie duda de eso ya tras los otros casos, tal como indicamos que pasó con la vedette Barbara Rey…

El razonable parecido de Alexander, hijo de Corinna Larsen y amante de Juan Carlos I, con este.
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