El Festival Primavera Sound y la Fundación Lucha Contra el Sida de Barcelona se propusieron hacer un experimento para garantizar la asistencia a un concierto sin riesgo de infección por COVID-19.
Una prueba pionera que se va a comenzar a realizar en otros países como Dinamarca o Estados Unidos y que ha reportado resultados extraordinarios.
Un total de 1047 personas han participado en el estudio. Se hicieron un test de antígenos el día del concierto (antes de entrar) y otro días después (una PCR en este caso).
El concierto duró cinco horas, con cuatro actuaciones diferentes: dos bandas en directo y dos sesiones de DJ.
El pasado 12 de diciembre, en la Sala Apolo de Barcelona, las personas que acudieron al concierto se hicieron una prueba justo antes de entrar en la sala. Se cribó a todos los asistentes con test de antígenos antes de acceder al recinto. Solamente podían acceder si daban negativo en la prueba.
Una vez en la sala, la gente pudo bailar, abrazarse y permanecer más de dos horas. Era obligatorio usar mascarilla salvo en la zon del bar y de fumadores.
Un total de 463 personas estuvieron en el interior de la fiesta y ninguna de ellas contrajo el virus. 492 personas no entraron en el concierto, fue el denominado «grupo de control». Entre ellas, se detectaron dos positivos.
Los doctores Boris Revollo y Josep María Llibre han sido los responsables del estudio. Han señalado que «podemos decir que los resultados son contundentes. Es seguro llevar a cabo este tipo de conciertos y actividades siempre y cuando se realicen las medidas de seguridad, no sólo los test de antígenos».