Aparecen más pruebas de la banda del PP afirmando que estaban preparando una Operación Catalunya 2.0 en 2017. ¿Pero cuántas grabaciones tienen que salir con frases de «les hemos destrozao’ el sistema sanitario» y confesiones de estar inventándose pruebas contra líderes independentistas con la complicidad de la fiscalía (que lo «afina») y la policía nacional y guardia civil, campando fuera de la legalidad, para que se haga justicia?
Cuando Juan Ignacio Zoido sucedió a Jorge Fernández Díaz al frente del ministerio del Interior, en noviembre de 2016, pese a negarse cualquier vinculación con la Operación Catalunya –el operativo de las cloacas del Estado para crear pruebas contra los líderes independentistas catalanes- se procedió a una operación de limpieza estética para poner fin a la guerra policial que se recrudeció tras conocerse las grabaciones entre Jorge Fernández Díaz y el entonces jefe de la Oficina Antifrau de Catalunya, Daniel de Alfonso.
Queda demostrado pues que se intentó montar una segunda Operación Catalunya clandestina, ahora dirigida directamente contra la cúpula independentista del momento, cuando Catalunya encaraba la recta final de la celebración de un referéndum que culminaría en octubre con la declaración de independencia y la intervención del autogobierno catalán por parte del ejecutivo de Mariano Rajoy.
El Congreso considera demostrado también que Fernández Díaz organizó una policía política dedicada a desacreditar a rivales políticos, de manera sucia y sin remordimientos, fuera Podemos o fueran, sobre todo, independentistas. De aquella época es la conversación con el director antifraude de Catalunya y aquél «la fiscalía te lo afina». Por lo que se ha solicitado una Comisión de Investigación contra el PP.
Fernández Díaz, acorralado
También en una de estas pruebas judiciales aparece un mensaje del exministro Jorge Fernández Díaz al secretario de Estado, Francisco Martínez, detallando que el operativo se desarrolló con «éxito» al conseguir el volcado de dos iPhones y un iPad del extesorero Luis Bárcenas.
El titular del juzgado central de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, José de la Mata, ha levantado el secreto del sumario de la parte que investiga en el supuesto operativo de la policía política de Jorge Fernández Díaz para robar pruebas a Bárcenas que perjudicasen al PP en el caso de su caja b, con el uso de fondos reservados.
El juzgado 6 del mismo órgano jurisdiccional investiga la operación para el robo del tesoro, mientras que el juzgado 5 busca el tesoro mismo que lograron robar. Es decir, los documentos o grabaciones que la policía política pudo incautar a Bárcenas relacionados con la caja b del Partido Popular y que jamás fueron trasladados a la Justicia.
El comisario Enrique García Castaño, uno de los líderes de la policía política, cuenta que en el estudio de la mujer de Bárcenas, Rosalía Iglesias, obtuvieron un pendrive que al menos contenía dos grabaciones realizadas por el extesorero del PP al exministro Javier Arenas y al expresidente, Mariano Rajoy, en las que hablaban sobre la caja b del Partido Popular. Según la grabación efectuada por Villarejo, García Castaño admite que guardaba una copia de las mismas.
Los internautas han dejado su opinión en las redes:
Estaba todo en la cara del perro y no quisimos verlo. pic.twitter.com/FtbkLHlu4T
— Rafa Cabeleira (@RafaCabeleira) September 9, 2020
Pablo Casado, implicado
Kitchen fue de 2013 a 2015, el año en que Pablo Casado, y según él, era solo un diputado por Ávila, pero fue nombrado vicesecretario de comunicación por Rajoy, y según Fernández Díaz, «el diablo estaba entrando en España».
Queda de manifiesto que Kitchen fue un operativo “parapolicial” para robar información sensible a Bárcenas, tal y como lo ha definido el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón. Por lo que Casado podría ser parte de la causa contra el PP.
