miércoles, 24 de abril del 2024

‪Fiscalía y Abogacía del Estado piden penas para los presos políticos como las impuestas a los criminales de guerra en la antigua Yugoslavia

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Luis Gonzalo Segura
Luis Gonzalo Segura
Exteniente del Ejército de Tierra (expulsado por denunciar presuntos casos de corrupción). Autor de Un paso al frente, Código rojo, El libro negro del ejército español y En la guarida de la bestia.
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Más allá de las múltiples irregularidades procesales, los bochornosos –y reveladores– reveses sufridos en Europa, el exceso de la prisión preventiva (recuerden a Urdangarín en Suiza), los improperios del juez Marchena o la incomprensible imputación de delitos como rebelión o sedición, llama la atención no solo la injustificable y desmesurada prisión preventiva, sino también las penas solicitadas.

Para tomar como referencia lo excesivo de la Justicia española sería conveniente comparar las penas impuestas por el Tribunal Penal Internacional tras las guerras que provocaron la fragmentación de la antigua Yugoslavia.

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La guerra en la antigua Yugoslavia

Brevemente, las guerras en la antigua Yugoslavia transcurrieron entre 1991 y 2001 y causaron entre 130.000 y 200.000 muertos y cuatro millones de desplazados. En las múltiples contiendas que acontecieron episodios terribles como la masacre de Srebrenica, ya comentada antes al relacionar a los presos políticos con los condenados por el TPIY, supuso el asesinato de unos 8.000 bosnios musulmanes durante julio de 1995. La intención inicial era eliminar a los varones musulmanes bosnios para perpetrar una limpieza étnica, pero se sabe que también asesinaron a niños, adolescentes y ancianos. La masacre de Ahmici, también mencionada con anterioridad, consistió en un bombardeo de la parte Bosnia de Ahmici que ocasionó 116 muertos incluyendo mujeres, niños y ancianos. Entre ellos un bebé de tres meses.

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El 1-O en Catalunya

De forma somera, podrías decir que el 1 de Octubre se celebró en Catalunya un referéndum que se saldó con múltiples cargas policiales sobre civiles que acudieron a votar. Obviando los civiles heridos, inicialmente, el día 2 de octubre de 2017, el ministerio del Interior español anunció que en Catalunya habían resultado heridos 431 policías y guardias civiles. Esa cifra fue rebajada en abril de 2018 a 111 heridos, una cuarta parte. El que fuera delegado del Gobierno en Catalunya durante el 1-O, Enric Millo, declaró que los testimonios de los agentes heridos fueron estremecedores y que en la visita a los heridos pudo constatar fracturas de alguna pierna y dedos rotos. También relató que se usaron artes marciales para golpear a los agentes en la nuca y hubo chalecos antibalas rajados.

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A la cifra anterior habría que añadir que en 2019, durante el proceso judicial, el exmayor Trapero declaró que 65 agentes de los Mossos resultaron heridos (24 en Barcelona, 20 en Lleida, 7 en Girona, 7 en Tarragona, 6 en Sabadell y 1 en l’Hospitalet de Llobregat).

Además, también se aseguró que los catalanes utilizaron detergente Fairy para tender trampas a los agentes y que se profirieron de forma generalizada insultos y miradas amenazantes.

Las peticiones de Fiscalía y Abogacía del Estado en relación a las condenas en la antigua Yugoslavia

El Tribunal Penal Internacional para Yugoslavia (TPIY), dependiente de la ONU, fue fundado el 25 de mayo de 1993 y disuelto el 31 de diciembre de 2017, tiempo en el que juzgó a 161 personas: 94 serbios, 29 croatas, 9 albaneses, 9 bosnios, 2 macedonios y 2 montenegrinos. Una vez relatado breve y toscamente las consecuencias de ambos conflictos y tomando como referencia las penas impuestas y los delitos cometidos intentaremos hacer un correlación con las penas impuestas por el TPIY y las que solicitan tanto la Fiscalía como el Abogado del Estado.

Para Oriol Junqueras la Fiscalía solicita 25 años de prisión y la Abogacía del Estado un total de 12 años. Un ejemplo de condena equiparable a las peticiones sería la recaída en Miroslav Bralo, policía militar bosniocroata, que fue condenado a 20 años de prisión por asesinatos múltiples, violación, tortura, detención ilegal y trato inhumano, incluyendo a niños. Otros condenados equiparables serían Darío Kordic, bosniocroata condenado a 25 años por la masacre de Ahmici; el serbiobosnio Radomir Kovac, condenado a 20 años por violaciones en grupo, tortura y trato inhumano en Foca; o Momcilo Krajisnik, condenado a otros 20 años por genocidio, asesinato, exterminio, deportación y persecución.

Podría darse el caso de ser condenado Oriol Junqueras a más años de prisión que Radivoje Miletic, condenado a 19 años de prisión por la matanza de Srebrenica.

Para Josep Rull y Dolors Bassa la Fiscalía solicita 16 años de prisión y la Abogacía del Estado un total de 11 años y para Josep Lluís Trapero, César Puig y Pere Soler la Fiscalía solita 11 años de prisión. Ejemplos de condenas similares serían Esad Landzo, bosniaco condenado a 15 años por tortura, abuso y asesinato de civiles; Vladimir Lazarevic, condenado también a 15 años por crímenes de guerra, deportación y traslado forzoso, asesinato y persecución; o Milán Babic, serbocroata condenado por la limpieza étnica en Croacia.

Para Carles Mundó, Meritxel Borràs y Santi Vila tanto la Fiscalía como la Abogacía del Estado solicitan un total de 7 años de prisión y, finalmente, para Teresa Laplana la Fiscalía solita 4 años de prisión. Casos de condenas similares a las peticiones de la Fiscalía encontraríamos a Pedrag Banovic, guardia de prisión serbobosnio condenado a 8 años por tortura, asesinato y persecución en el campo de Keraterm; Damir Dosen, comandante serbobosnio en el campo de prisioneros de Keraterm condenado por el trato inhumano a los reclusos; o Darién Erdemovic, soldado bosniocroata condenado a 5 años por el asesinato de musulmanes bosnios en Srebrenica.

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