viernes, 29 de marzo del 2024

Encuestas contra el pánico, el debate y Coripe

|

Más noticias

- Publicidad -

«Como quien viaja a lomos, de una yegua sombría, por la ciudad camino, no preguntes adónde, busco acaso un encuentro, que me ilumine el día, y no hallo más que puertas, que niegan lo que esconden, vivo, en el número siete…».

Que sería de nosotros sin Sabina, aunque no sea del PACMA, para inquietarnos sobre las verdades que oculta el comportamiento humano.

- Publicidad -

Inquietas están unas derechas que, por mucho insultar a Tezanos con su CIS, no consiguen la menor victoria cuando acuden en tropel al mismo campo de batalla, en busca desesperada de una muestra que ilumine sus deseos. En 22 días de abril ABC, El Confidencial, El Español, El Mundo y La Razón se han gastado los dineros de sus deudas en realizar y publicar nueve encuestas de intención de voto sin nada que les permita descorchar un cava catalán. Además de las decenas de especulaciones que han publicado sobre los sondeos de terceros.

Se siguen negando los indecisos a romper el silencio que esconde el tesoro que buscan los que tiemblan ante el 28 de abril. Si estos, en lugar de seguir asustados o ilusionados por lo que ocurrió en Andalucía acudieran al leve desglose de la oscuridad que publicó El País hace tres días, podrían encender alguna vela de luz.

- Publicidad -

Resulta que más del 40% de los encuestados que dicen no saber lo que votarán se reparten entre candidaturas que representan poco más del 10% de los diputados a elegir. Aunque no cuantifican por provincias, si tenemos en cuenta que en ese 40% tampoco están los de Abascal, la pregunta es obligada: ¿Se repetirá el disgusto de ERC del 21D de 2017, cuando perdió contra JCAT a pesar de todas las encuestas? En cualquier caso, no es creíble que los de Junqueras tripliquen el porcentaje de los de Puigdemont, tal como se atreven algunos sondeos y, tras el «fusilamiento» de Coripe, todo hace pensar que la munición de fogueo en un pueblo de Sevilla de 1.400 habitantes solo puede beneficiar al de Girona en una Catalunya de 7,5 millones.

Hablando de piedad, ¿recuerda usted la última vez que Casado o Rivera dijeron esa frase, tan socorrida y buenista, de «no deseo que nadie esté en la cárcel, pero…»? cuando lo que sigue al «pero» es la única sinceridad. Una enfermedad muy larga y mala tiene que haberse hecho dueña de este país cuando los representantes del 40% de su censo electoral consideran bueno para sus intereses exigir a quien de facto están reconociendo como futuro presidente del Gobierno que se comprometa a quemar hoy un cartucho que puede ser decisivo para resolver mañana el conflicto más difícil de los últimos cuarenta años. Y mucho odio destilan cuando ese cartucho consiste en acabar legalmente con la pena de cárcel de unos compatriotas que ni siquiera han cometido el chiste malo de «fusilar» a un perseguido delante de niños y con fuego de mentira que suena de verdad. ¿O quizás lo que buscan ambos de derechas es acusar a Sánchez de haber mentido en el pasado cuando se tenga que firmar la paz territorial en el futuro? Largo me lo fiais, pues ya dijo Borrell que esto va para veinte años, sin atreverse a pronosticar el final y, además, con Europa siempre vigilando.

- Advertisement -

La derecha española, a traducir aún por franquismo salvo en Euzkadi y Catalunya, no concibe la resolución de los conflictos políticos sin cárceles o paredones, según aconsejen, o permitan, las circunstancias.

Y, para seguir «debatiendo» entre recuerdos, ¿qué le pareció a usted aquel café, Evole mediante, entre Iglesias y Rivera en Nou Barris, de Barcelona, en el otoño de 2015?

Pablo Iglesias pidiendo a Pedro Sánchez que se ate las manos antes del 28A, y del 26M, que ya es pedir, solo para seguir insistiendo que no fue un error aquella votación de marzo de 2016 que, sin duda, no es ajena a los actuales porcentajes de Podemos en los sondeos, cuatro puntos por encima de los mejores del PCE, en 1979. Todavía no puedo creerme que Iglesias, a la vuelta de su paternidad y con expectativas inferiores al 15%, no haya decidido convertirse en el líder virtual de la futura república española, soñada cada vez por más jóvenes y no pocos antiguos. ¿O acaso están prohibidos en los debates electorales los golpes de efecto cuando corresponden a convicciones? En cambio, eligió para la ocasión lo menor, salir reclamando artículos que, imposibles de cumplir ni en el Paraíso de los creyentes, están escritos en una Constitución que, tantos con él, queríamos enviar al baúl de los recuerdos. Eran tiempos en los que había encuestas en las que Podemos hasta lideraba. Entonces se activó la «policía política», de acuerdo, también contra los independentistas. Pero no fueron aquellas falsedades, sino el recuerdo de la «cal viva», lo que movió aquellos brazos de Podemos en aquel Congreso de los Diputados.

Mucho han cambiado las cosas desde entonces, y pudo ser efectivo lo de leerle la cartilla constitucional a los tres cínicos que le rodeaban, pero que un Pablo Iglesias siga dejando que los catalanes sean los únicos que se atrevan a decir «república» en España solo demuestra debilidad.

Y que la mitad de este electorado sigue enferma de franquismo, y la otra mitad de miedo.

Regresando al pueblo de Sevilla, terminaré con mi consejo de hoy.

President Torra, aunque los cobardes del debate de la 1 no se hayan atrevido, una vez que Borrell ha condenado el fusilamiento virtual del President en el exilio y @KRLS, el propio «fusilado», se lo ha agradecido, den por zanjado el asunto, lo proclamen ya, y que el fuego de fogueo con instinto fatal sea solo chiste para Polonia y para esos otros mundos que Catalunya ha sabido crear para sobrevivir rodeada, durante siglos, de incomprensión, envidia y hostilidad.

- Publicidad -
- Publicidad -

Lo más leído

Suscríbete a nuestra Newsletter

Recibe las últimas publicaciones diariamente en tu correo para estar al día de los acontecimientos más recientes tanto dentro como fuera de nuestro país.